Amelia Fonteboa: «la chica 12,687»

Amelia, alumna, o más bien ex-alumna de nuestro instituto que obtuvo un 12.687. No dudó en concederme una breve entrevista para explicarnos lo que piensa del sistema educativo y darnos unos tips para los alumnos que llegarán para el nuevo curso y para los que aún nos queda un curso para enfrentarnos a las ABAU.

Lo primero de lo que hablamos fue de su paso por el instituto.

«Cuando llegué el primer día de bachillerato estaba realmente nerviosa, y es normal, ¿no? Nuevos profesores, nuevos compañeros y un ambiente diferente. Con tanto miedo de enfrentarse a una nueva etapa en la que cada uno de los exámenes, trabajos y exposiciones va a determinar tu futuro, como una carrera de fondo definiría yo, mi paso por el instituto. Estando cada día más cansada, más presionada por mis sueños, que me repetían una y otra vez no vas a ser capaz de conseguir la nota que debes y sobretodo agotador… 2ºbach. fue agotador, un curso totalmente a ciegas dominado por la incertidumbre de no saber a que te enfrentas pero sí de que algo te espera y debes luchar por conseguirlo».

Lo siguiente que  comentamos fue el sistema educativo, su valoración, y ya puestos a valorar que me contase que piensa de las ABAU.

«Pienso que el sistema educativo actual no es el adecuado, ya que se valora mucho más que una persona sea capaz de memorizar y «vomitar» la información, como si fuésemos máquinas educadas para no reflexionar ni razonar, ni seleccionar ideas. El problema de no saber razonar es que a corto plazo se olvida la mayoría de las cosas y se supone que no nos educan para una semana si no para toda la vida».

«Y sobre las ABAU no suponen una mejora de la calidad educativa. Simplemente suponen unas nuevas pruebas que valoran más unos contenidos que otros, que en las anteriores PAU eran más importantes. Lo único que provocaron fue estrés,  tanto en nosotros como en los profesores, ya que hasta un mes antes de la prueba no se sabía nada. Además creo que la forma en la que están enfocadas estas nuevas pruebas, no es la adecuada. Pongo el ejemplo del examen de biología, donde las preguntas eran inconexas a diferencia de las preguntas de la PAU, en las que los apartados de un mismo ejercicio guardaban relación. La verdad es que ni siquiera están centrados la mayoría de los exámenes en los contenidos más importantes, sin embargo no han sido tan difíciles, me lo esperaba peor.»

Luego me comentó sus planes de futuro.

«Mi idea es entrar en la carrera de medicina y a lo largo de los años ir viendo qué especialidad me puede gustar más , y después hacer el MIR, pero si con el tiempo también veo que la profesión de médico no es la mía, porque no estoy segura de que me vea yo actuando como médico en situaciones de estrés y todo eso… si veo que me atrae más la parte de laboratorio e investigación, pues en vez de hacer el MIR, hago… creo que hay que hacer un máster de investigación, o si no directamente me meto sin hacer el MIR y después… lo que surja.»

Y por último los valiosos tips para los demás alumnos, que entre tomarse un buen bocadillo de tortilla en los recreos y «no dejes todo para última hora» dijo:

«Según mi experiencia, yo recomiendo luchar, luchar desde el primer día hasta el último, por lo que se quiere. Nadie dice que sea fácil, eso desde luego, pero merece la pena. Sobre todo cuando esos dos años acaban y se recoge lo que se sembró. Y que nadie nunca olvide que el éxito es un producto matemático: esfuerzo x constancia = éxito, y como tal si uno de los factores es cero, el resultado será cero.»

 

 

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